Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia han identificado una proteína cerebral que podría ser importante tanto para la función de la serotonina, sustancia reguladora del estado de ánimo, como para la liberación de las hormonas del estrés, al menos en ratones.
Después de sufrir un trauma o estrés severo, algunas personas desarrollan una respuesta de estrés anormal o estrés crónico. Esto aumenta el riesgo de desarrollar otros trastornos como la depresión y la ansiedad, pero se desconoce qué mecanismos hay detrás o cómo se regula la respuesta al estrés.
El grupo de investigación demostró previamente que una proteína llamada p11 juega un papel importante en la función de la serotonina, un neurotransmisor en el cerebro que regula el estado de ánimo. Los pacientes deprimidos y las víctimas de suicidio tienen niveles más bajos de esta proteína en su cerebro, y los ratones de laboratorio con niveles reducidos de p11 muestran un comportamiento similar a los sujetos con depresión y ansiedad. También se sabe que algunos antidepresivos pueden aumentar los niveles de p11 en ratones.
El nuevo estudio muestra que la proteína p11 afecta a la liberación de cortisol en ratones al modular la actividad de neuronas específicas en el hipotálamo. A través de una vía de señalización completamente diferente que se origina en el tronco del encéfalo, la p11 también afecta a la liberación de otras dos hormonas, la adrenalina y la noradrenalina.
Además, las pruebas muestran que los ratones con deficiencia de esta proteína reaccionan con más intensidad al estrés, con una frecuencia cardíaca más alta y más signos de ansiedad, en comparación con los ratones con niveles normales de p11.
Los investigadores creen que los hallazgos pueden tener implicaciones para el desarrollo de fármacos nuevos y más eficaces para tratar la ansiedad y la depresión. Actualmente, existe una gran necesidad de nuevos tratamientos, ya que los antidepresivos actuales muestran una eficacia limitada en muchos pacientes.